A medida que las redes de comunicación inalámbrica siguen evolucionando rápidamente y más operadores anuncian sus planes de descontinuar las redes heredadas, es imperativo que los administradores de redes corporativas, los operadores de redes industriales y los fabricantes de dispositivos comprendan los desafíos de llevar a cabo una migración de 3G a 4G LTE . Para comprender mejor estos retos de la migración a 4G LTE y prepararse para una transición sin problemas de las redes 3G a 4G LTE, primero hay que responder a estas cuatro preguntas:
- ¿Cuántos dispositivos 3G están actualmente activos en el campo?
Esta es una cifra importante que hay que identificar y conocer para poder responder realmente a las siguientes preguntas.
- ¿Cuánto va a costar la transición de estos dispositivos a 4G LTE?
Los costes de migración que hay que tener en cuenta incluyen el coste del hardware, el coste del camión, las horas de mano de obra y la actualización de los planes del operador.
- ¿Cuánto tiempo durará la migración de 2G o 3G a 4G?
Una vez identificado el número de dispositivos y el coste de la migración, se puede empezar a trazar el calendario de transición en función del plan de introducción de la red 4G del operador.
- ¿Cuáles son las necesidades de conectividad de mi aplicación?
Por último, comprender las necesidades específicas de los dispositivos heredados existentes y las necesidades de los dispositivos de alta capacidad actuales, puede maximizar su inversión, reducir los costes de diseño y aumentar el volumen de las implantaciones. Algunas opciones de especificación a tener en cuenta son la duración de la batería, el consumo de energía, el uso de datos, el ancho de banda, la movilidad, la cobertura geográfica, etc.

En conclusión, la migración para abandonar las redes heredadas ya ha comenzado porque los fabricantes de dispositivos ya no pueden confiar en la 2G o la 3G para las aplicaciones de la Internet de las cosas (IoT). Con los cierres de la 2G que ya se están produciendo y los cierres de la red 3G en el horizonte, los planes de transición a largo plazo y las estrategias de migración son vitales para que los ingenieros y administradores de redes aprovechen las ventajas de la 4G, la 5G y la LTE.