Medir el verdadero coste del tiempo de inactividad de la red

El tiempo de inactividad de la red es un elemento común entre las empresas de todos los tamaños y en todos los sectores. Desde el daño a la marca hasta la disminución de la productividad y las repercusiones financieras, hay una amplia gama de variables que se ven afectadas por ello. Hay multitud de factores que pueden causar una interrupción, como un desastre natural o una actualización de firmware. Algo tan pequeño como que un ingeniero se equivoque de enchufe puede costar a una organización miles de dólares, ya que sólo una hora de inactividad cuesta 260.000 dólares.1. Por ello, para profundizar en el coste real del tiempo de inactividad y ayudar a las organizaciones a garantizar la continuidad del negocio, Opengear encargó un informe sobre la resistencia de la red.


 
A medida que tecnologías como IoT, la virtualización y la computación en la nube se van imponiendo, las redes se vuelven más complejas y cada vez más difíciles de gestionar, lo que suele traducirse en más vulnerabilidades. Para combatir estos continuos desafíos y garantizar la continuidad del negocio, las organizaciones deben priorizar la resiliencia de la red.
 
La resiliencia de la red es la capacidad de proporcionar y mantener un nivel de servicio aceptable frente a los fallos que desafían el funcionamiento normal. Más que mejorar el tiempo de actividad o crear redundancia, la resiliencia de la red añade una capa de inteligencia a la columna vertebral de una empresa: la infraestructura de TI.
 

La encuesta mundial

Opengear se asoció con OnePoll para encargar una encuesta mundial a 500 altos responsables de la toma de decisiones de TI. La encuesta "Measuring the True Cost of Network Downtime" (Medición del coste real del tiempo de inactividad de la red) planteó a los encuestados una serie de preguntas con temas que iban desde el número de cortes y las causas de las interrupciones hasta las prioridades de red y las estrategias de resiliencia. Por ejemplo, la encuesta reveló que, en el último año, más de la mitad de los encuestados sufrieron cuatro o más interrupciones que duraron más de 30 minutos y cuya reparación costó más de 130.000 dólares cada vez.

Para agravar los problemas a los que se enfrentan, estas interrupciones suelen ser difíciles de resolver rápidamente. Más del 35% de la muestra de la investigación declaró que sus organizaciones tardaron más de un día en resolver una interrupción de la red después de que se hubiera notificado.

Los equipos de ingeniería reducidos y las redes dispersas pueden dificultar la rápida resolución de los problemas. Teniendo en cuenta el tiempo que se tarda en resolver las interrupciones de la red y añadiendo los costes en que se incurre para ello, encontrar una solución que se ocupe de estos problemas se ha convertido en una necesidad para las empresas.

Según la encuesta, las organizaciones que utilizan una solución de este tipo:

  • Aumentar la seguridad en un 48%
  • Ahorre un 45% de tiempo
  • Disminuir los costes en un 41%.

Una solución resistente

Dados los crecientes retos de red a los que se enfrentan constantemente los equipos de TI, cada vez se presta más atención a la capacidad de recuperación de la red. Para lograrlo, no basta con dotar de resiliencia a un único equipo o confiar en la redundancia. Por el contrario, es crucial que cualquier solución necesaria para la resistencia pueda conectarse a cualquier tipo de equipo y que la empresa tenga una visibilidad total de la red en todo momento. Cuando surja un problema, ya que siempre es una cuestión de cuándo, no de si ocurrirá, las organizaciones deben tener un enfoque más proactivo que les permita detectar rápidamente los fallos antes de que se conviertan en averías.

Integrar una solución que garantice la resistencia, como Smart Out-of-Band, proporciona a las empresas esa capacidad. Smart Out-of-Band funciona independientemente de la red en banda, lo que permite a las organizaciones gestionar, supervisar y acceder a miles de dispositivos en ubicaciones remotas, sin necesidad de desplegar a nadie in situ, una consideración especialmente crucial hoy en día con las restricciones de desplazamiento. La solución avanzada de problemas y su corrección en el extremo permiten a las organizaciones minimizar el tiempo de inactividad y reducir costes.

El estudio concluyó que el ahorro de tiempo y costes eran las dos principales ventajas de implantar una solución que funcione independientemente de la red principal. Una estrategia basada en la gestión OOB inteligente y respaldada por la automatización NetOps parece ser el mejor enfoque para lograr una verdadera resiliencia de la red.

Para acceder a un resumen de las conclusiones del informe, consulte el libro blanco, Measuring the True Cost of Network Outages.

1 Ryan Arsenault, "Stat of the Week:The Rising Cost of Downtime", Aberdeen

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