Al principio, Internet supuso un reto para el sector minorista que muchos temían que llevaría a su desaparición. En cambio, el sector se ha adaptado y transformado, aprovechando Internet como parte integral de las operaciones minoristas. Ahora que cada vez menos personas utilizan el dinero en efectivo y tienen la posibilidad de pagar con carteras inteligentes basadas en NFC y puntos de venta móviles, está claro que la conectividad inalámbrica a Internet es un elemento esencial para la mayoría de los minoristas.